Nuestra memoria en Internet
Escrito por Julio César Penagos en Nov 21st, 2011 en Psicologia
Algunos adultos mayores pueden considerar que Internet es una especie de amenaza para las facultades de memoria y concentración. Son, sin proponérselo, iguales a los enemigos de la imprenta.
Estos adultos mayores tienen buenas intenciones, sus razonamientos tienen algo de verdad, pero las preguntas deberían ser en todo caso algo como ¿Internet puede cambiar los procesos de memoria y comprensión? ¿si lo hace, es de beneficio o perjudicial? y no la visión prejuiciada que es frecuente encontrar.
Recientemente un artículo llamó la atención de algunos blogs. En general le dedicaron un espacio prácticamente sólo al título y sobre eso «informaron» e incluso discutieron muy probablemente sin leer todo el trabajo. El trabajo es interesante. Desafortunadamente el reporte científico no tiene el rigor de presentación deseado (por ejemplo conocer realmente la muestra o detalles de las condiciones experimentales). Quizá la versión final lo incluya. Por lo pronto describo algunas cosas importantes para darle contexto
El trabajo en mención: «Google Effects on Memory: Cognitive Consequences of Having Information at Our Fingertips» de Sparrow, Liu y Wegner (2011), está enmarcado en una serie de postulados teóricos llamados memoria transaccional y conocimiento transaccional. Estos postulados son de uno de los autores del trabajo (Wegner). De acuerdo con Wegner, la memoria transaccional es un sistema en el cual los grupos, de manera colectiva, codifican, guardan y recuperan conocimiento. De esta forma existe un conocimiento guardado en cada memoria individual combinada con una metamemoria que contiene información de diferentes dominios de experiencia del grupo o colectivo.
Es en este contexto que hay que entender el artículo, pues en él está enmarcado teóricamente.
¿Cuáles son los hallazgos? tres, que se desprenden de los cuatro experimentos que condujeron:
Respecto del primer experimento: Las personas comparten información con facilidad porque piensan rápidamente en computadoras cuando encuentran que necesitan conocimiento (vale la pena leer el trabajo para conocer la base de la inferencia. En general usan una tarea bastante conocida -stroop emocional- para determinar cómo interfieren las palabras asociadas a la computación en los tiempos de reacción).
Experimentos dos y tres: La forma social de almacenamiento de información también se refleja en los hallazgos encontrados sobre que la gente olvida cosas que cree que van a estar disponible externamente, y recuerda aquellas cosas que piensa no estarán disponibles (En términos generales a los sujetos investigación les daban de alguna información a atender bajo diferentes condiciones; por ejemplo sabían que se borraría de la computadora o que se guardó en algún lugar o simplemente se guardaría sin decir dónde).
Experimento cuatro: La memoria transaccional también resultó evidente cuando las personas parecieron más capaces de recordar en qué carpeta de la computadora se guardó o almacenó un elemento, más que la identidad del objeto en sí.
De acuerdo a los autores, sus resultados sugieren que los procesos de memoria humana se están adaptando a las nuevas tecnologías de comunicación y computación. Así, a través de la memoria transaccional sabemos que la computadora «sabe», al igual que nuestro grupo o familia también «sabe». Es decir sabemos en dónde buscar o preguntar.
Bajo esta óptica, existe una simbiosis, una conexión con nuestros equipos. Sabemos cómo recuperar la información, sabemos a dónde ir.
Así que regresando a las preguntas en el inicio de esta entrada, pareciera que sí se modifican los procesos de memoria, por lo menos para cierta clase de información. ¿Para bien o para mal? Para bien. Después de todo ¿qué es más confiable? ¿un conocimiento almacenado limitado o una habilidad para buscar lo que sea? Finalmente, la aproximación planteada por los autores del trabajo, es una clara aportación en el terreno de la evidencia experimental.
Fuente: Sparrow, B., Liu, J., & Wegner, D. (2011). Google effects on memory: cognitive consequences of having information at our fingertips. Science (New York, N.Y.), 333(6043), 776-778.